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Un momento de reflexión en tiempos de pandemia para la industria

  • Foto del escritor: Juan Felipe Parra Rosas
    Juan Felipe Parra Rosas
  • 20 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 25 jun 2020

Para nadie es un secreto cómo la industria de la moda se ha visto afectada a raíz de las medidas tomadas por los distintos gobiernos para frenar el avance letal del COVID-19, generando números rojos y perdidas históricas en los grandes conglomerados empresariales que mueven la moda en el mundo.


Es así, como Inditex, un gigante europeo con presencia mundial, por primera vez tiene perdidas que se calculan en más de 400 millones de euros y que se traducen en un 44% de perdidas a nivel global en el primer trimestre del año. Este conglomerado, no es el único que se ha visto en apuros, grandes marcas como Louis Vuitton, Givenchy y Dior transformaron su producción de manufactura y comenzaron la producción a gran escala de gel antibacterial, guiados también por las necesidades requeridas en el mercado.


Adicionalmente, esta situación no parece mejorar ya que según el informe de la consultora Bain & Company, las perdidas en la moda de consumo masivo y a gran escala van a rondar la cifra de un 26%, que cabe resaltar es un numero optimista y toma como variable una reapertura de este sector económico temprana, como se dio en Europa.


¿Es hora de un nuevo camino?

Con todo el efecto que está generando la pandemia en el mercado, en especial en la moda, y con la priorización de las necesidades básicas de los consumidores; se abre la brecha a un nuevo camino para esta industria, en el que por primera vez todos los conglomerados se pongan a la “moda” con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


Esto no solo es un reto, es una oportunidad de cambio, en donde la producción agresiva con el medio ambiente, la producción a gran escala sin compromisos directos con el respeto de las garantías laborales y los derechos humanos queden en el pasado, y se prioricen nuevas técnicas industriales en donde los efectos adversos o daños colaterales sean mínimos.


Así mismo, los consumidores en estos tiempos en donde abundan las cuarentenas y con ellas el tiempo libre, se están acercando a espacios creativos abiertos por las redes sociales, en donde los tutoriales para reutilizar ropa, moda consciente o trasformaciones de prendas abundan en internet.


No hay lugar a dudas que en la industria las cosas pueden cambiar, pero los consumidores serán los que tendrán la última palabra y con un consumo consciente de la moda o un abarrotamiento apenas abran las grandes tiendas, serán los que decidían (tal vez lo que pasó el viernes 19 de junio en el día sin IVA nos dé una pista).

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