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¡Arriesguémonos como el Boho Chic!

  • Foto del escritor: Juan Camilo Moreno
    Juan Camilo Moreno
  • 23 oct 2018
  • 4 Min. de lectura

Para seguir con el SaadeMag ABC, buscamos un término que antes que nada es tendencia, no solo ahora, sino hace 50 años también. La tendencia Boho Chic sigue nuestro ABC con la letra B y nos enseña que arriesgarnos al momento de vestirnos, visual e íntimamente, funciona.


¿No le pasa que en muchas ocasiones deja de vestirse de cierta manera, pensando que podría ser juzgado o señalada? Yo creo que sí. A todo el mundo le ha pasado. Desde un simple accesorio, como unas gafas oscuras o unos aretes, hasta cambiar toda nuestra pinta sintiéndonos inseguros de lo que llevamos puesto. Eso es bien feo, ¿no?


Muchas veces nos encontramos con vestiduras y atuendos que a simple vista parecen confusos, llamativos y extraños. Es aquí cuando sale al aire la típica frase: “es que eso a él o ella le queda bien porque es famoso. Imagínese que yo me vistiera con eso”. Un puñal discreto pero directo a nuestra autoestima y personalidad.

Lea esta profunda búsqueda hacia un concepto que ha sido tendencia desde muchos años atrás y que retrata la frescura, el ‘descomplique’, la originalidad y la elegancia al mismo tiempo. La letra B nos trajo un término y estilo bien interesante: Boho Chic.


La palabra Boho viene del término, cultura y estilo Bohemio. Según el medio BBC, citando al diccionario de Oxford, Bohemio se define como "especialmente un artista, escritor o actor que lleva una vida irregular o libre de ataduras, medio vagabundo y que desprecia los convencionalismos". ¿Medio vagabundo? Esta afirmación sí que es subjetiva.


Según el diccionario de Oxford, ser bohemio es alguien que está inmerso dentro de unas lógicas artísticas profundas, donde lo impuesto por la sociedad le importa un carajo y, en realidad; una persona un poco inestable y libre de tradiciones. Ya quedamos claros. Pero parece que eso tiene mucho más fondo.


Hay que tener en cuenta que la palabra y la connotación de Bohemio nacen en París, a mediados del siglo XIX. A través de obras de teatro como "Escenas de la vida bohemia" de Henry Murger, el romanticismo empieza a apoderarse del término. Y no un romanticismo típico a alguien. Esto se traspasa a un romanticismo a algo, ya sea el cine, la pintura, la paz, el amor, la vida. Algo un tanto físico, cómo no. De aquí el amor de los bohemios por lo efímero, viendo esto como una oportunidad y no como una condena.


Un bohemio no lo define nada. Ni la historia, ni sus acciones, ni sus afirmaciones. Tiene algo tan marcado pero tan inesperado que se vuelve difícil definirlo. Pero parece que hay salvación dentro de su estilo tan sorpresivo. Nos queda su forma de vestir. Y aquí entra el concepto de esta edición. Boho Chic entra como una salvación dentro de un campo minado de definiciones inconclusas. En la tendencia Boho Chic, son tan diferentes como iguales.

Aquí empieza lo bueno. Según la revista Vogue, el estilo Boho es “el casual más apetecible”, proponiendo después una metáfora muy provocativa. El Boho es un cóctel. Un revuelto entre los bohemios, los hippies y lo étnico dentro de un vaso de cristal. Prendas llamativas, pero cómodas, coloridas pero sobrias también, y estilos marcados por la frescura y chispa que todo coctel necesita. El casual más apetecible porque es muy cómodo llevarlo, pero muy difícil de lograrlo.


También el medio El Español nos habla de este sugerente estilo. María Morillas, periodista del medio, insiste en la continua permanencia del estilo Boho Chic dentro de las tendencias de la moda. La palabra bohemio existe hace 200 años. Pero definirlos dentro de una tendencia empezó hace unos 50 años. El Boho Chic nace como la necesidad de encasillar una manera de vestir dentro de una tendencia. Lo sorpresivo y espontáneo de los músicos, actores, artistas, etc., en la época, empezó por convertirse en un movimiento y en una manera de ver la vida, de ojos para afuera y prendas para adentro.


Un riesgo inconsciente que corrían las personas que se consideraban bohemios, dio pie para empezar una tendencia que perdura por los años. Arriesgarse parece que era la manera de hacer parte de este estilo. Pantalones anchos, chalecos o chaquetas de cuero, son pocos ejemplos de lo que el vestir Boho Chic exige. Una perfecta combinación entre el riesgo y el acierto.


Nuestro ABC de esta semana aterrizó con este interesante concepto y con una pregunta: ¿no le pasa que en muchas ocasiones deja de vestirse de cierta manera, pensando que podría ser juzgado o señalada? La respuesta siempre será sí. Pero, por lo visto, existen muchas más formas de dejarse llevar por la espontaneidad y locura. ¡A ver qué sale! Arriesgarse siempre es opción en un mundo que ya no corre riesgos. Salgamos con lo que nos gusta, porque a los que no, no les queda otra que hablar y mirar. El Boho Chic hace de gota dentro de un vaso medio vacío. Y el riesgo es la forma de verlo medio lleno.


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