BCapital, ¡Por fin!
- 26 oct 2018
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Después de tres ediciones, este evento logra presentar una propuesta clara y una esencia de lo que quiere ser y hacer.
A pesar de los rumores de la poca venta de pasarelas y una situación económica para la industria, el B Capital logró salir adelante de la mejor manera posible. No sabemos si por fin dieron con la locación, o si Inexmoda logró articular un mensaje claro en la conformación del evento, pero esta edición pudo hacer algo que el resto no: transmitir un mensaje.
Las colecciones fueron claras en lo que querían manifestar, sociedades itinerantes, pueblos móviles, el interés por rescatar culturas en vía de extinción y una necesidad por explorar la masculinidad. Estas ideas, no sólo recorrieron las pasarelas, sino que también estuvieron presentes a la hora de hacer conversatorios sobre moda y en las exposiciones que Mapa Teatro albergó.
La pasarela inaugural de Jorge Duque Vélez dio inicio a tres días llenos de moda y arte. Su colección Mistura planteó una conversación entre las nuevas movilizaciones en América Latina y las comunidades como los Hopi en Arizona, Estados Unidos. Esta, que exploró el uso de nuevos materiales y de técnicas de construcción de piezas, demostró cómo el interés de la industria colombiana cada vez más empieza a girar sobre sí misma e ignoran referentes extranjeros para traer propuestas sólidas al país.
La propuesta de Fucsia de Maestros Ancestrales continua sorprendiendo con una línea curatorial que busca enaltecer los saberes colombianos en confección. Una muestra más del interés por generar una industria que aprende de sí misma y que busca realizar una introspección que vaya más allá de los años que pasamos ignorando lo que ya nos ofrecía el país. Lo más interesante de esta apuesta es la diversidad de marcas que participaron en ella y la variedad de técnicas que estas utilizan. La feminidad fue uno de los puntos trabajados por marcas como Ana Laverde y los diferentes significados que ha tenido la moda a lo largo de los años en nuestra sociedad. Los “héroes anónimos”, como son llamados dentro de la propuesta, han sido los encargados de otorgar valor y significado a diferentes prendas por medio de años de enseñanza de saberes en confección y elaboración de prendas que promueven una verdadera identidad colombiana.
Las muestras 5x5 fueron una oportunidad para que diferentes marcas lograran mostrar sus nuevas colecciones y ofrecer productos a compradores internacionales, el verdadero target del evento. Otras propuestas como la de Ricardo Pava fueron interesantes y su inspiración en Hedi Slimane comprueba la proyección internacional del diseñador.
El cierre, a cargo de Laura Laurens, logró dar una circularidad al evento y enmarcar la conversación en la fluidez y la sensibilidad. Una colección clara y estructurada fue la cereza de un pastel del cual la mayoría dudabamos. Esta edición del B Capital sin duda logró demostrar porque este evento es necesario en el círculo de moda en la capital y porque cada vez más hay que explorar estos nuevos espacios que rescata la industria textil.
¿Qué mejorar?
La logística siempre será el mayor punto a mejorar en los eventos de la industria. La cantidad de invitados, la organización de las sillas, la movilización de las personas y algunos espacios reducidos para la cantidad de gente suponen un problema que afortunadamente no logró opacar las victorias de la cuarta edición del evento y, sin duda, el backstage demostró un profesionalismo que no se había visto antes.
*Fotos por: Kelly Cubillos.
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